domingo, 18 de agosto de 2013

Entrevista realizada a Krzysztof Makowski sobre el hallazgo Wari en Huarmey

El reconocido investigador de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Krzysztof Makowski, interpreta la importancia del extraordinario hallazgo ocurrido en el complejo arqueológico Castillo de Huarmey, en la región Áncash. Revela que la aparición de la cámara funeraria con más de medio centenar de damas de la alta nobleza wari aporta a la arqueología valiosa información con la que se podrá conocer la decadencia de la cultura Mochica y la conquista del imperio Wari sobre las culturas de la costa norte.

El descubrimiento wari en Huarmey cambiará los textos escolares
El investigador Krzysztof Makowski 
¿Qué ideas nos puede dar para entender la cultura Wari?
Primero, debemos conocer la importancia de Wari en los textos de mis colegas y en los míos, desde los tiempos de Max Uhle. Hay un completo consenso que en el período comprendido entre los años 600 y 1000 de nuestra era, ocurrió un cambio brusco en la historia de la civilización andina.

¿Las culturas del norte influyeron sobre las del sur?
Sí existieron influencias norteñas en el sur; por ejemplo, la presencia de la cultura Cupisnique en Ayacucho. Sin embargo, se trata de excepciones. Hubo contactos, pero esto no afectó el desarrollo de las áreas. Se han encontrado casos de intercambio de obsidianas y spondylus entre culturas del norte y del sur. Existió una relación entre ellas, pero esto no significa que los desarrollos estén influenciados de manera profunda.

¿En qué momento se notan los cambios más profundos?
A partir del 600 hasta el 800 de nuestra era, esta situación cambia totalmente y de manera dramática en las tecnologías, los modos de construir, las formas de concebir la residencia del gobernante, los vestidos, los tocados, las maneras de tejer y teñir, los estilos de hacer los objetos, la difusión de los conocimientos del bronce, el auge de la producción de plata. Todos estos conocimientos –que tienen origen en el sur– se imponen en el norte y eso se ve claro en los sitios mochica.

¿En qué elementos se reflejaron los cambios?
Todos los símbolos de poder cambian. El kero –un vaso utilizado en los rituales más importantes– se impone y reemplaza a la copa moche; el tumi de forma sureña saca de la producción y uso al tumi del norte.

¿Wari fue un imperio como el de los incas?
Desde mi perspectiva, los waris fueron una confederación, como lo es todo imperio. Hubo un linaje, un líder, como lo fue Manco Cápac. Y él –gracias a su poderío militar– logra aglutinar a mucha gente que por voluntad o por la fuerza.

¿Qué definición le da usted al complejo cultural Castillo de Huarmey?
Nuestro sitio es el primer caso de capital wari encontrado en la costa norte. Como sabemos, la capital principal del imperio está en Cerro Baúl (Arequipa).

¿El hallazgo puede cambiar la forma de ver la historia?
Diría que aporta mucho y cambiará la mente de los investigadores y también la historia escolar, después de un merecido debate.

¿Por qué se afirma que el Castillo de Huarmey es wari?
Por la manera de construir las cámaras funerarias, con los pisos enlucidos y con el rígido organigrama octogonal (muros que se cruzan como si fuesen un panal de abejas) que es típicamente Wari de la sierra. Este estilo tiene paralelos en Conchopata y en el mismo Huari. La diferencia está en el material de construcción. Fue adobe porque lo construyó la gente local. En la sierra se hubiera hecho con piedra. Otro detalle es que los individuos sepultados no están tranquilamente extendidos como los moches, sino sentados en la típica posición wari y con envoltorios de pocas vueltas.

¿Podemos imaginarnos cómo fue la conquista de los waris en el norte?
No lo hicieron con blindados sino a pie. Ingresaron por los lugares débiles. No es casual entonces que los waris presionaron por la frontera moche quizá después por Casma, por el valle La Leche, y en Piura, donde también hay evidencias mochica.

            

sábado, 10 de agosto de 2013

Gran hallazgo wari en Huarmey: 63 momias y 1200 objetos de oro y plata

               Se trata de una cámara funeraria con 63 momias y más de mil valiosas piezas arqueológicas. Profesionales PUCP, junto a especialistas de la Universidad de Varsovia, venían trabajando en la zona desde el 2002. Conversamos con el profesor Krzysztof Makowski, asesor científico del proyecto.“Es la primera tumba intacta Wari que merece el calificativo de imperial. No tiene comparación con todo lo hallado anteriormente”, anuncia categórico Krzysztof Makowski, asesor científico del proyecto arqueológico responsable del hallazgo.
El también docente y ex decano de la facultad de Letras y Ciencias Humanas de la PUCP, nos contó cómo fue el paciente trabajo junto al equipo de investigación de la Universidad de Varsovia, antes de descubrir la valiosa tumba. “Trabajamos en el valle de Culebras, cercano al de Huarmey, desde el año 2002. Pero es desde el 2010 que nos trasladamos al Castillo de Huarmey, el cual nunca fue excavado de manera sistemática por ningún otro proyecto”, relata. El trabajo conjunto de Makowski con la Universidad de Varsovia nace a raíz de los numerosos seminarios de posgrado que dicta nuestro docente. Justamente Milosz Giersz, director de este proyecto arqueológico, fue un alumno suyo, así como el codirector del proyecto Roberto Pimentel, egresado de nuestra Universidad.

Se pensaba que el área donde se encuentra el Castillo de Huarmey y el mausoleo descubierto pertenecía a la cultura Moche, pero el equipo liderado por Giersz desmintió esta hipótesis. “La pirámide ya evidenciaba potencial vinculación con lacultura Wari, pues si bien estaba hecha con adobes norteños, la manera en cómo estaba construida era muy diferente. Los muros estaban unidos a la pendiente mediante un entramado de grandes vigas de madera (de 7 metros de longitud). Además, los escalones estaban revestidos de piedras, a la manera serrana”. Al pie de esta pirámide se encontraba un palacio con altos muros, con pórticos, plataformas, rampas, plazas, entre otras instalaciones. “Nos hemos dado cuenta de que estamos frente a importante centro político, compuesto de un palacio al pie de un inmenso mausoleo, probablemente construido para rendir culto a las cabezas de linajes vivientes, lo que era común en la cultura Wari”, añade.

EL MAUSOLEO:
La excavación hecha por arqueólogos y bioantropólogos peruanos y polacos fue producto de un arduo y fino trabajo. Se hicieron exploraciones en zonas aledañas con la finalidad de conocer el contexto y analizar los hallazgos como parte de un todo.
En la cámara funeraria, el equipo descubrió 63 fardos de mujeres nobles, los cuales habían sido depositadas secuencialmente y sepultadas de acuerdo al ritual serrano.“Es la primera vez que tantas personas se sepultan en lugar monumental, separados de otros cementerios de la misma época, que están sobre el llano. Se trata de una población que, de manera consciente, se separa del resto”, explica Makowski. “Este monumento domina todo el valle, está ubicado en un espacio público, en la capital, donde se demostraba el poder”.
Cada una de las momias era una Wari de importante linaje. Llevaba consigo orejeras de madera finamente caladas y trabajadas con metales preciosos. Tres de ellas, las más importantes y posibles reinas Waris, estaban ubicadas en pequeñas cámaras, a manera de cubículos.
Las diferenciaba el ajuar que guardaban los cofres de junco junto a ellas. Cada uno contenía objetos de tejer, finos telares tallados y orejeras incrustadas con piedra semipreciosas. Además, se hallaron vasijas, cerámicas, un kero similar a la piedra de Huamanga esculpido e incrustado, caleros y diversos artefactos de madera, cobre, oro y plata.

PLANES A FUTURO:
Si bien hace falta material para fechar con exactitud la cámara funeraria, las evidencias de estos objetos se ubicarían entre los 750 y 850 D.C., según el profesor Makowski. “El siguiente paso es definitivamente un intenso trabajo de análisis. Estamos en contacto con los mejores especialistas en genética para analizar la distancia genética entre estas mujeres y entre los individuos de otras cámaras funerarias”, afirma. Una buena noticia es que, gracias al apoyo de diversas instituciones, los hallazgos se podrán exponer el próximo año. “Todos los objetos serán conservados de la manera más adecuada. Los planes para un museo de sitio se verán más adelante”, señala. Según el investigador, este hallazgo también nos podrá proporcionar pistas acerca del papel político de la mujer en la época, además de cómo fue la organización dentro del imperio Wari.“Ellos tenían otra manera de gobernar, en lugar de imponer cuarteles y centros administrativos, respetaban los gobiernos locales y aseguraban su fidelidad. Lo descubierto puede tratarse de un monumento de culto de control hegemónico”.